¿Y este quién es?
Soy Rodrigo.
Sevillano de nacimiento, andaluz de esencia, y creativo de vocación.
Con 18 años me planté en Estados Unidos para estudiar y aprender inglés, pero lo que de verdad me llevé fue una mentalidad: la de trabajar duro, crear tu propio camino y no esperar a que nadie te dé permiso para empezar. Desde entonces he cruzado continentes, montado empresas, liderado proyectos internacionales y aprendido a contar historias con alma. Las buenas. Las que dejan huella.
Estudié fotografía en Sevilla y empecé mi carrera en televisión. Lo que iban a ser unas prácticas se convirtió en una aventura profesional que me llevó por media Europa: Italia, Mallorca, Cádiz, Madrid… cámaras al hombro, documentales, rallies, reportajes, colaboraciones con la RAI, con CNN, Al Jazeera, televisiones japonesas y españolas de todos los colores. Y sí, también monté mi primera productora y funcionó. Pero yo quería más.


De History Channel a Naciones Unidas (y vuelta a casa)
Me mudé a Buenos Aires para trabajar con History Channel. Allí lancé su canal de YouTube, dirigí vídeos para web y redes, y me empapé del marketing digital cuando todo era nuevo y nadie sabía bien por dónde iba a salir la jugada. Después llegó Costa Rica, donde monté una agencia con la que trabajamos con clientes como Bridgestone, Naciones Unidas o Yara.
Y tras la pandemia, volví a España. Aterricé en Almería… y me enamoré. De su luz, su ritmo, su gente. Y decidí que era hora de echar raíces. Pero no de cualquier forma.


Gazpacho no es solo una agencia
Es mi manera de entender la creatividad: como mezcla de culturas, saberes, ideas y estilos. Como una receta que solo funciona si los ingredientes son buenos y están bien batidos. Con sabor andaluz, sí. Pero también con mirada global. Porque todo lo que he vivido —en grandes corporaciones o con pequeños emprendedores— me sirve hoy para ayudarte a ti. A que cuentes lo que haces, lo cuentes bien… y lo cuentes como nadie.


¿Nos tomamos un gazpacho y lo hablamos?
Si has llegado hasta aquí, probablemente tengamos cosas en común.
Puedes escribirme, contarme tu proyecto o simplemente saludar.
Estoy a un correo de distancia.